ADIOS A SALUS CIORDIA

Los que tenéis más de 20 podréis recordar haber visto a Salus en la plaza y sus alrededores, con sus ojillos sonrientes y una sonrisa picaruela, de cuerpo menudo y sonrisa fácil.  Persona bondadosa donde las haya, como suele corresponder a las buenas cocineras, que parece que además de alimentar el cuerpo, intentan también componer nuestro espíritu. Ella fue durante muchos años cocinera en el bar familiar, hasta que la enfermedad le retiró de los fogones y de la vida social.  Largos años que ha pasado en su casa al cuidado de su familia. Pero el viernes llegó al final de su camino y ayer fue enterrada. 
Y el comentario, como siempre en estos casos, suele ser sobre la persona protagonista, reencuentros de personas que no se ven en tiempo, y  aunque sea "en estos momentos" los vivos aprovechamos para saludar a amigos y conocidos que no forman parte de las rutinas diarias.  Pero Salus, discreta como siempre,  quiso ceder parte del protagonismo y comentarios, y no solo se habló de ella.

Vista  de la zona de nichos

Vista general con el cementerio antiguo al fondo

Hablamos también del nuevo cementerio, aunque faltan detalles para finalizar, antes de recibir el cuerpo de nuestra vecina, fue bendecido por el párroco, D. Fermín Barbarin, pues a partir de ahora, todos los enterramientos se efectuarán allí.  Y me vais a permitir que la foto que coloque no sea de Salus, sino del cementerio nuevo, que está unido al antiguo. Descanse en paz.