El lunes 9 de agosto nos ha dejado la tia Antonia. Ya no veremos esos ojillos sonrientes y picaruelos, esa sonrisa constante. Ya no nos dará ese caramelo cuando nos encontrábamos con ella. Era todo amor y siempre te pedía un beso, porque era todo cariño y alegría, y saber estar y discreción.
Seguro que todo esto le vino muy bien en sus años mozos, cuando trabajaba de telefonista de Añorbe. Ahora ya no se sabe qué es una telefonista de pueblo. Yo lo viví de pequeña, jugando en la calle con otros niños y a través de la ventana de la telefonista del pueblo, verle jugar con aquellas clavijas. Su casa tenía ese misterio de las gentes que iban y venían, unas veces serias y otras alegres, y para nosotros era una intriga saber qué le había dicho la telefonista, que gran poder tendría, para conseguir alegrar tanto a unos o apenar hasta el llanto a otros.
De tanto en tanto se asomaba a la ventana y te pedía: Avísale a .... que le van a llamar por teléfono dentro de 10 minutos, o a veces te decía que tenía conferencia de algún lugar lejano. Y al rato aparecían personas que entraban en un cuartito del que ella cerraba la puerta para dar algo de intimidad a unas conversaciones esperadas mucho tiempo.
Ahora aquellos niños que jugabamos en la calle tenemos movil con el que mandamos mensajes y hablamos, y nuestros hijos también, por eso, cada vez hay menos personas que valoran lo que pudo ser una telefonista.
La tia Antonia tiene muchos sobrinos. Primero porque han sido 9 hermanos, algunos religiosos, pero los casados a su vez tienen muchos hijos, y sobre todo nietos. Pero no le llamo tia Antonia porque yo sea una sobrina. En Valencia y otros sitios, se llama tio/tia a esa persona querida, es un título que se gana con el respeto, admiración y cariño de todo un pueblo, sin la cual la vida en el pueblo sería otra, menos amable, menos sabia, menos buena, menos alegre, menos compartida. Sería para mi un honor que esta gran familia, en la que cuento con muchos amigos entrañables, por un instante me dejara compartir con ellos a la tia Antonia, y aunque sea durante este instante que dura escribir esta entrada, me permitan considerarla como mía. Hasta siempre tia Antonia, y toma un beso muy fuerte
Hoy día grande, la patrona, ha comenzado con las auroras a las 7 y media de la mañana. Luego a las 10 
Por la tarde 
Después hemos bailado con los gaiteros Haizaldi. Como novedad de este año, los gaiteros nos han acompañado en una ronda copera por los lugares apropiados de la localidad, y todos hemos podido beber, bailar, y cantar con su música. Ha habido concurso de sangrías. El ayuntamiento proporciona el vino, y cada peña debe elaborar la suya. Desde aquí queremos reconocer el éxito y la buenísima respuesta popular que ha tenido, por lo que proponemos que el año próximo se repita dentro del programa festivo
Por la tarde se ha celebrado el oficio religioso de Vísperas. Los niños han hecho su ofrenda floral a la virgen y como final la Coral de Añorbe, dirigida por D. José Antonio Huarte la interpretado la Salve de Eslava. A la bajada de la Corporación desde la iglesia ha seguido un pequeño concierto con la Banda Los Txaparreros, que ha acompañado en todo momento al Ilustre Ayuntamiento, a pesar de la pérdida sufrida hoy de uno de sus miembros, Emilio Arteta. Desde aqui nuestras condolencias para la familia y amigos. 
