¿ME AVERGÜENZO O ME INDIGNO?

Hace poco en una cena con amigos me sentí avergonzada. Los que me recriminaban eran diversos autónomos que comentaban lo mal que lo pasan, mientras los funcionarios como yo se quejan por trabajar una hora más. No os voy a detallar el conflicto que se mantiene por parte de gobiernos autonómicos y colectivos sanitarios y educativos, a causa de los recortes que se hacen para poder “salvar el país”. Y en mi caso, como los dos cobramos de organismos oficiales parece que tenía el doble de culpa. Una vergüenza, una privilegiada que cobra su sueldo y se queja si trabaja una hora más cuando los autónomos a veces tienen que trabajar a las 11 de la noche, que es cuando tienen clientes, aunque a las 11 de la mañana, como todos trabajamos, no pueda ir nadie a sus negocios. No tuve más remedio que callar avergonzada, pues eran mayoría de autónomos quejosos y poco dados a ponerse en el lugar del otro. Ellos nos habían condenado ya: LA CULPA DE SU CRISIS LA TENEMOS NOSOTROS, LOS FUNCIONARIOS, TXUSMA APESTOSA Y COMODONA.

No debían haber oído hablar de los grupos de presión económica que lanzan índices de riesgo como quien lanza puñales, sean verdad o mentira,  pero que desestabilizan las bolsas y las economías de muchos países, y manejan gobiernos a su antojo, sean del partido que sea. Ahora a los niños no les asusta el hombre del saco, sino la Prima de Riesgo.  Ningún autónomo se paraba a pensar que cobro lo mismo que en 2004, con suerte porque no se renuevan todos  los contratos de los interinos, que son una gran parte de funcionarios.  Pero cuando voy a la peluquería de un autónomo, o a la tienda para comprar artículos de primera necesidad tengo que pagar precios de 2011 porque nadie tiene ya precios del 2004. Tampoco pensaban que el segundo sueldo lo cobramos de una Administración Local, que no siempre paga sus sueldos a primeros de mes ni todos los meses, y menos ahora que sufren recortes para poder ofrecer los mismos servicios que antes. Porque con estos retrasos en cobrar el sueldo a veces suele ocurrir que cuando llegan los recibos domiciliados de luz, gas, teléfono, agua y basuras, que giran grandes compañías,  no hay saldo para pagarlos. Antes de que lleguen con  recargo  mi intención es pagarlos en los bancos y cajas con que trabajan. Siempre había pensado que para pagar un recibo solo hacía falta dos cosas, un recibo que pagar y dinero para hacerlo. Aquí es donde dejo de avergonzarme. Pues no, resulta que a pesar de lo que han subido sus  comisiones e intereses,  es bastante difícil darles dinero voluntariamente:

BBVA: los recibos  sólo se pagan en los cajeros y para ello las facturas deben tener un código de barras, que las domiciliadas no llevan.

B. Cívica- Caja Navarra: solo se puede pagar de 8:30 a 10:30.

B. Santander: solo se puede pagar de 8:30 a 10:30, los martes y jueves, y del día 10 a 20 de cada mes.

Es decir, que los sufridos trabajadores que acudimos a pagar recibos somos molestos.  Y aquí es cuando me indigno, siempre he pensado que los empleados de banca tenían un horario cómodo, pues nunca puedo ir al banco a no ser en mis  vacaciones (en Europa los bancos abren mañana y tarde). Y ahora resulta que ni siquiera tengo toda la mañana, sino las primeras horas en que los ricos no van al banco porque están durmiendo o desayunando, será para no incomodarles. Y además a pesar de las pérdidas que llegan al 95%, en  las 9 grandes cajas, sus directivos y consejeros se han llegado a subir el sueldo un 80% este año pasado, con unas jubilaciones estratosféricas como denunciaba hoy CCOO. 

Me consuela pensar que nunca coincidiré con ellos en ninguna tienda o servicios de  autónomos, pues nuestros niveles de renta son incomparables, y nunca mejor dicho, pues a mí Hacienda me exprime hasta el último céntimo, cosa que a las altas fortunas ni toca un pelo, y a los autónomos …, de todo hay en la viña del señor. ¿Te lo pongo con IVA o sin IVA?, o como resumen ¿Me avergüenzo o me indigno?